En un partido intenso y con final dramático, el Milan derrotó 2-1 a la Fiorentina este domingo en San Siro, resultado que los impulsa al primer lugar de la Serie A.
El conjunto dirigido por Massimiliano Allegri dominó gran parte del encuentro, pero tuvo que esperar hasta los minutos finales para definirlo gracias a la intervención de Santiago Giménez, quien entró de cambio y provocó el penal decisivo.
Durante el primer tiempo, ambos equipos mostraron solidez defensiva, aunque fue la Fiorentina la que abrió el marcador con un disparo sorpresivo tras un error en la salida del Milan.
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Sin embargo, los locales reaccionaron en la segunda mitad con un tanto de Rafael Leão, quien aprovechó un pase filtrado para empatar el duelo.
GIMÉNEZ CAMBIÓ EL PARTIDO
El momento clave llegó en el minuto 86, cuando Santiago Giménez, recién ingresado al campo, desbordó por la izquierda y fue derribado dentro del área, generando el penal que Leão transformó con calma para sellar la victoria.
El delantero mexicano no solo aportó dinamismo y presión en los últimos minutos, sino que su movilidad desajustó a la zaga visitante, abriendo espacios y generando peligro constante. Aunque aún no logra estrenarse como goleador en Italia, su impacto fue inmediato y determinante.
La prensa italiana destacó su papel como “revulsivo” y su capacidad para cambiar el ritmo del partido. En un equipo con figuras consolidadas, el exjugador del Feyenoord empieza a ganarse la confianza del cuerpo técnico con apariciones oportunas.
UN TRIUNFO QUE REFUERZA AL MILAN
Con este resultado, el Milan llegó a la cima del campeonato y reafirmó su candidatura al título. El cuadro rossonero ha mostrado una gran solidez colectiva y, sobre todo, la capacidad de resolver partidos complicados en los tramos finales.
Además, el acierto de Allegri al utilizar a Giménez desde el banquillo refuerza la profundidad del plantel, algo vital para afrontar el calendario.
Por su parte, la Fiorentina se quedó sin premio tras un partido ordenado y con buenos momentos ofensivos, pero pagó caro su falta de contundencia y el error final que derivó en el penal.
