ARTEAGA, COAHUILA.– El avistamiento de una osa negra y sus oseznos sorprendió a varias familias que disfrutaban de un paseo en la Sierra de Arteaga, el pasado viernes. El hecho, registrado en video y ampliamente compartido en redes sociales, muestra a los tres ejemplares acercándose a una cabaña, inspeccionando un Jeep Rubicon amarillo, e incluso subiéndose al vehículo mientras los visitantes observaban a distancia.
La escena fue tan pintoresca como inquietante: la madre osa tomó asiento en la parte trasera del automóvil mientras los oseznos jugaban encima, aparentemente en busca de alimento. Luego de explorar la zona, los animales se alejaron y se perdieron entre los árboles del paisaje montañoso.
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Este tipo de encuentros no es nuevo en la región. Apenas el 13 de mayo pasado, medios locales reportaron otro avistamiento de una osa con sus crías cruzando un camino en la misma sierra. Sin embargo, lo que podría parecer una anécdota encantadora para los turistas, representa una señal de alarma para ambientalistas y autoridades.
UNA CONVIVENCIA PELIGROSA
Los expertos advierten que el incremento en la presencia de osos cerca de zonas habitadas por humanos responde, en gran medida, al manejo inadecuado de residuos. En muchas ocasiones, las personas que visitan o se hospedan en cabañas dejan basura al aire libre, realizan asados o desechan líquidos dulces y restos orgánicos, lo cual es una invitación directa para los osos, cuyo olfato puede detectar comida a varios kilómetros de distancia, sobre todo si se dejan al aire libre restos de comida, dulces, leche, cáscaras y otras sobras.
Además de representar un riesgo para las personas, estos encuentros pueden generar que los animales pierdan el miedo natural a los humanos, lo que a largo plazo termina en la reubicación forzosa.
RECOMENDACIONES PARA EVITAR INCIDENTES
Ante esta situación, las autoridades y expertos en vida silvestre reiteran algunas recomendaciones básicas para quienes acampan o se hospedan en la sierra:
Depositar la basura en contenedores con tapa metálica o recipientes duros y sellados, y mantenerlos dentro de la cabaña hasta poder llevarlos a un punto urbano de disposición final.
Evitar dejar restos de comida, frutas o líquidos dulces al aire libre.
No utilizar desodorantes o productos de higiene con olores dulces o florales, ya que también pueden atraer fauna silvestre.
No tirar semillas, cáscaras o frutas no nativas que puedan alterar el ecosistema local.
¿QUÉ HACER SI TE TOPAS CON UN OSO?
Mantén la calma. No grites ni corras. La mayoría de los osos no buscan enfrentamientos y suelen alejarse si no se sienten amenazados.
Aléjate lentamente. Retrocede despacio sin darle la espalda al oso. Habla con voz baja y firme para que sepa que eres humano.
Hazte notar. Si el oso aún no te ha visto, haz ruido suave (como hablar o mover ramas) para alertarlo de tu presencia y darle la oportunidad de huir.
Hazte ver más grande. Si el oso se aproxima, levanta los brazos, abre tu chaqueta o párate sobre una roca para parecer más grande.
Lleva contigo gas pimienta para osos (bear spray). Es una herramienta muy eficaz si el oso se acerca demasiado. Asegúrate de saber cómo usarlo.
Protege a niños y mascotas. Toma a los niños en brazos y coloca a tus mascotas bajo control inmediato. No permitas que corran.
QUÉ NO HACER:
No corras. Correr puede activar el instinto de persecución del oso.
No te acerques para tomar fotos. Incluso si el oso parece tranquilo, sigue siendo un animal salvaje.
No lo alimentes. Esto cambia su comportamiento natural y lo vuelve dependiente o agresivo con los humanos.
No subas a árboles. Los osos negros también pueden trepar.
No lo mires fijamente a los ojos. Puede interpretarse como un reto.
…¿Y SI EL OSO SE MUESTRA AGRESIVO?
Si gruñe, golpea el suelo o se para en dos patas, está evaluando. No significa necesariamente que atacará. Mantén la calma.
Si carga hacia ti en falso (sin contacto), mantente firme; muchos retroceden al ver que no corres.
Si el ataque es inminente, usa el gas pimienta si lo tienes.
Si el oso te toca, juega muerto solo si es un ataque defensivo (por ejemplo, una madre con crías). Acuéstate boca abajo, protege tu cuello con los brazos y no te muevas hasta que se haya ido.
UNA RESPONSABILIDAD COMPARTIDA
La belleza de la Sierra de Arteaga radica, precisamente, en su equilibrio natural. Conservarlo implica que los visitantes asuman una responsabilidad real en su comportamiento dentro del entorno.
Los osos, al igual que otros animales salvajes, forman parte del ecosistema y no deben ser tratados como atracciones turísticas.
Verlos de cerca es un privilegio que conlleva deberes: preservar su hábitat, evitar alimentarlos y, sobre todo, no alterar su conducta natural.
Solo así será posible garantizar la seguridad tanto de los humanos como de las especies que habitan este enclave montañoso del noreste mexicano.