Cerrar un ciclo amoroso no es un proceso automático. De hecho, según la psicología, muchas personas creen haber superado una relación cuando en realidad aún persisten vínculos emocionales invisibles. Un reciente análisis del psicólogo Mark Travers para Forbes revela señales científicamente respaldadas que permiten identificar cuándo una persona realmente ha cerrado una etapa sentimental.
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1. Dejar de idealizar el pasado
Uno de los primeros signos de recuperación emocional aparece cuando se deja de fantasear con lo que pudo ser. Si ya no repasas mensajes, no miras fotos antiguas ni te imaginas cómo sería tu vida si esa relación continuara, es una señal de aceptación. Esto indica que estás viviendo el presente y que has dejado de aferrarte a un ideal que ya no existe.
2. Reflexión productiva, no estancada
Un estudio citado por Travers y publicado en el Journal of Psychology and Theology identificó cinco etapas tras una ruptura: evolución, declive, fin, reflexión y recuperación. La clave está en cómo se realiza esa reflexión. Las personas que logran aprender del pasado sin quedarse atrapadas en el reproche o la culpa desarrollan una mayor madurez emocional, lo que facilita cerrar el capítulo.
3. Pensar más en ti que en el otro
Otra señal importante es el cambio en el foco mental. Si dejas de preguntarte qué pensaría tu expareja y comienzas a centrarte en lo que tú quieres o necesitas, estás en camino a una verdadera recuperación. La psicóloga Grace Larson, en un estudio de la Universidad Northwestern, demostró que las personas que reflexionan sobre su identidad fuera de la relación logran una mayor claridad emocional y menor dependencia del pasado.
4. Entusiasmarse con el futuro
Retomar viejos pasatiempos, fortalecer amistades o establecer nuevas metas son comportamientos que reflejan una reconstrucción del propósito personal. Según Travers, este tipo de enfoque ayuda a prevenir que futuras relaciones se vean afectadas por heridas no resueltas.
Cerrar una relación no implica olvidar lo vivido, sino recordarlo sin dolor. Cuando pensar en tu ex ya no provoca angustia y la idea de vivir sin esa persona genera paz en lugar de vacío, estás ante una verdadera desconexión emocional. La psicología confirma que cerrar un ciclo es posible, pero requiere tiempo, reflexión y un regreso consciente a uno mismo.