El ego domina inocultable, insalvablemente al presidente Andrés Manuel López Obrador, no tiene remedio.
Y ocurre que a 15 días de iniciada la campaña formal por su sucesión, su enorme “Yo” ha hecho a un lado a su candidata Claudia Sheinbaum para responderle él mismo a las propuestas y anuncios, y duras críticas electorales de Xóchitl Gálvez, la candidata presidencial de la oposición.
Como estaba previsto para no pocos, las críticas y anuncios electorales de la hidalguense ya metieron, jalaron a AMLO abiertamente a la campaña presidencial. En los hechos él es el candidato de Morena a sucederse a sí mismo, le acoto todos los espacios a su candidata, y pareciera que solo es el, y nada más él.
Xóchitl Gálvez quien es apoyada por la coalición Fuerza y Corazón por México, integrada por el PRI, PAN y el PRD y organizaciones de la sociedad civil, anunció en una de sus giras de campaña que de resultar la sucesora de AMLO desaparecería a Pemex y la convertiría en Emex, siglas de Energías Mexicanas, para reducir las actuales emisiones contaminantes al dejar de quemar metano y producir combustibles limpios.
Al mismo tiempo la candidata presidencial Gálvez anuncio que en sus primeros seis meses en Palacio cerraría para siempre las refinerías Héctor Lara Sosa, de Cadereyta, Nuevo León y la Francisco I. Madero, en Ciudad Madero-Tampico, Tamaulipas por contaminadoras y por ser ya obsoletas.
Con ello anunciaba la muerte de la política energética seguida tozudamente por AMLO en este sexenio.
Días antes la candidata opositora había dado a conocer su programa de seguridad para subrayar que con ella México dejaría atrás lo de “abrazos, no balazos” de AMLO, y aplicaría una estrategia basada en una Guardia Nacional con mando civil y vinculada a policías estatales y municipales bien pagados y capacitados y que su Gobierno construiría al menos 3 prisiones de alta seguridad que infundieran miedo a los capos del narco y la delincuencia organizada.
El anuncio del fin de otra criticadísima política la de Seguridad de López Obrador.
El mandatario se burló y desdeño lo dicho por Xóchitl sobre las prisiones de alta seguridad, pero ante lo de la desaparición de Pemex y las refinerías le entró de lleno a responderle a Gálvez como si su candidata Sheinbaum no existiera, y le correspondiera a él enfrentarla.
Otras plantas son las que contaminan, no Cadereyta, afirmó el mandatario. Cadereyta no está fuera de norma, aseguró. Y fue más allá: afirmó que Xóchitl no cerraría esas refinerías, lo cual está fuera de sus posibilidades porque él termina el primero de octubre. “Le he pedido al director de Pemex que hoy informe, porque la refinería de Cadereyta… no está fuera de la norma, está por abajo de la norma”, insistió y agregó: “Y hay otras plantas, no quiero polemizar sobre eso, que son las que contaminan”.
“No se vale que, por el conservadurismo, porque les molesta Pemex, les choca, me choca diría un amigo, quisieran cerrar, bueno esa ha sido la política después de la expropiación de los conservadores, darle marcha atrás a la política nacionalista”, insistió. Y aseguró que sin estas refinerías “quedamos a expensas del mercado internacional”.
Xóchitl Gálvez le respondió que él nada tiene ya que hacer frente estas decisiones. Que las refinerías cerrarán y que Pemex se transformará en otra empresa distinta.
Concluiremos que AMLO es el candidato real del oficialismo en esta sucesión, no Claudia Sheinbaum. Todos deseamos un futuro de orden, de seguridad y de paz. Todos queremos que haya un ambiente en México apto para el desarrollo. Y para lograr eso es necesario desterrar del poder a este gobierno manipulador, perverso, mentiroso y traicionero que hemos elegido en México, que a través del garrafal engaño embaucó a millones de personas en la ilusión de que iba a combatir la corrupción, a las mafias del poder de la oligarquía.