WASHINGTON- El presidente estadounidense expresó en relación con las protestas en Los Ángeles, “si escupen, nosotros golpearemos”, con lo podría resumir la respuesta de Donald Trump, quien decidió desplegar a la guardia nacional y a los Marines como consecuencia de los disturbios en Los Ángeles en contra de sus redadas migratorias, revelando una muestra autoritarismo que sus críticos consideran que es desmedida.
En respuesta a los tres días de enfrentamientos entre manifestantes y las fuerzas del orden en algunas zonas de Los Ángeles contra la política radical antimigración impulsada por gobierno federal; el mandatario estadounidense ordenó el envío de 2,000 militares de la guardia nacional que derivó en una escalada tanto de las protestas como de los enfrentamientos.
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“Es una escalada innecesaria y un abuso de poder”, aseveró en un comunicado Hina Shamsi, quien es parte del grupo de derechos civiles ACLU.
Ayer Trump dio un paso más al enviar a 700 miembros del Cuerpo de Marines a Los Ángeles para el propósito de proteger tanto a los funcionarios como a los edificios federales.
Esto no es nuevo para el republicano, ya que desde hace varios años, ya sea como presidente o candidato, el presidente estadounidense habla hablado de hacer uso del ejército para operaciones policiales. En su primer mandato siendo inquilino de la Casa Blanca no lo hizo.
En este sentido, William C. Banks, quien es es profesor distinguido de la Junta de Asesores de la Facultad de Derecho de la Universidad de Syracuse y profesor emérito de administración pública y asuntos internacionales en la Escuela Maxwell, explica en su artículo “Trump orders Marines to Los Angeles as protests escalate over immigration raids, demonstrating the president’s power to deploy troops on US soil” publicado en The Conversation, que “esta drástica escalada de la presencia militar en Los Ángeles se produjo tras la orden de Trump del 7 de junio de enviar a la ciudad a unos 2,000 efectivos de la Guardia Nacional”.
“Ambas medidas fueron la respuesta de Trump a lo que denominó “numerosos incidentes de violencia y desorden” perpetrados por quienes protestaban contra las acciones de su administración de detenciones y deportaciones de inmigrantes en el área de Los Ángeles”, añade Maxwell.
TRUMP HACE USO DE SUS FACULTADES COMO “COMANDANTE EN JEFE” DE EU
Si en su anterior mandato no lo hizo, en este su segundo mandato está más decidido a desplegar al máximo sus atribuciones como “comandante en jefe”, con el envío de tropas, y al mismo tiempo tomando decisiones “simbólicas”.
Así mismo, dentro del entorno de Trump, esta batalla en contra de la migración ilegal podría ser semejante a una lucha por la “civilización” en la que de alguna manera se justifican todas las medas emprendidas por el presidente de Estados Unidos.
En lo que se refiere a la medida tomada por Trump de enviar militares a Los Ángeles está fundamentada la Ley de Insurrección, que fue promulgada en 1807, en la que se estable que un presidente tiene el poder de desplegar tropas durante lo que se conoce como “una insurrección,” lo que quiere decir, en una situación en que la impera el caos, por lo que el mandatario tiene la autoridad de convocar al ejército o a la Guardia Nacional para favorecer el restablecimiento de la ley y el orden.
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“Los Ángeles es la prueba que necesitas de que la migración masiva deshace sociedades (…) Si no se soluciona el problema de la migración, no se podrá solucionar ni salvar nada más”, publicó el el asesor de Trump Stephen Miller en su cuenta de la red social X.
“Lo creas o no, California solía ser un paraíso”, sin embargo, “la migración masiva nos ha llevado a donde estamos ahora”, añadió Miller.
William Banks, quien es profesor de derecho de la Universidad de Siracusa, precisó a la Agencia de Noticias AFP que Trump si despliega militares en activo, “estará yendo en contra de la tradición estadounidense, que consiste en dejar el mantenimiento del orden a los civiles”, y por tanto a la policía, prosigue Banks.
Ante esta situación, Gavin Newsom, quien es el gobernador de California escribió en su cuenta de X que “Trump está tratando de provocar el caos enviando 4,000 soldados a suelo estadounidense”.
Por su parte, Karen Bass quien es la alcaldesa de los Ángeles aseveró a la cadena CNN que, a diferencia de expresado por Trump, lo que sucede “no es un levantamiento civil en toda la ciudad”.
ESTAS MOVILIZACIONES OCURREN ENTORNO A UNA BATALLA DECLARADA ENTRE CALIFORNIA Y TRUMP
Derivado de las masivas manifestaciones se desató una batalla entre los funcionarios demócratas que lideran el estado de California y el actual inquilino de la Casa Blanca, quien son perennes rivales políticos con una visión opuesta en torno a cómo abordar la cuestión migratoria en el país.
En tanto que Trump se refiere a Los Ángeles como una ciudad “invadida y ocupada por inmigrantes ilegales y criminales”, las autoridades californianas defienden la riqueza que aportan los migrantes al estado.
“Los Ángeles tiene una orgullosa historia de protestas pacíficas por los derechos de los inmigrantes. Debemos continuar ese legado; no caigamos en la trampa de la administración Trump. Protestemos pacíficamente. No se tolerarán los saqueos ni el vandalismo”, explicó Bass.
Mientras que el gobernador Newsom aseveró nunca solicitó que fuera desplegada la Guardia Nacional, y que desde su arribo a el conflicto escaló.
“No teníamos ningún problema hasta que Trump intervino. Esto constituye una grave violación de la soberanía estatal: exacerba las tensiones y desvía recursos de donde realmente se necesitan. Rescindan la orden”, concluyó Newsom.
Con información de las Agencias de Noticias AFP, EFE y The Conversation.