En un juego marcado por la neblina, las pausas por clima y una ofensiva agresiva, los Charros de Jalisco igualaron la serie ante Saraperos de Saltillo con una victoria de 7-3 este sábado en el Estadio Francisco I. Madero. El encuentro fue suspendido definitivamente tras una segunda interrupción, y quedará registrado en la historia de la Liga Mexicana de Beisbol (LMB) por un inusual récord de robos de base.
En la primera entrada, Edwin Díaz conectó un sencillo al jardín derecho que permitió a Michael Wielansky anotar la primera carrera para los visitantes. Aunque Saltillo respondió de inmediato, empatando con una carrera impulsada por Renato Núñez, la iniciativa volvió a manos de los tapatíos.
En la segunda entrada, Jalisco retomó la ventaja. Michael Wielansky se embasó por jugada de selección mientras José Aguilar anotaba. Luego, Johneshwy Fargas sorprendió robándose el plato, seguido por robos consecutivos de Allen Córdoba y el propio Wielansky, aprovechando una defensiva local que no logró contener la velocidad de los corredores.
TE PUEDE INTERESAR: Denver avanza con autoridad: Nuggets eliminan a Clippers y enfrentarán a Thunder en Semifinales
La presión continuó. Donny Sands conectó un doble que impulsó dos carreras más, mientras un lanzamiento descontrolado de Jesús Paricaguan permitió la séptima anotación de los Charros. La jugada terminó con un nuevo robo de base y un error del receptor Rusber Estrada que cerró el segundo episodio con ventaja amplia para los visitantes.
Saltillo encontró algo de reacción en las últimas entradas antes de la suspensión definitiva. Alejandro Mejía “El Samurái”, bateó un jonrón por el jardín derecho en la sexta baja para sumar la segunda carrera local. En la séptima, Rusber Estrada repitió la dosis con cuadrangular por el izquierdo. Sin embargo, el clima volvió a interrumpir el juego.
La densa neblina, que ya había detenido el partido durante una hora en la primera mitad, obligó a los umpires a aplicar la regla de las tres medias horas, y al haberse acumulado dos pausas prolongadas, el juego fue dado por terminado tras la séptima entrada.
La estadística más destacada de la noche fue la marca impuesta por los Charros: 12 robos de base en un solo juego, estableciendo un nuevo récord en la historia de la LMB. La combinación entre la neblina, el desconcierto en la defensiva local y una estrategia de juego agresiva favoreció al equipo visitante para lograr esta hazaña.
Con la serie empatada 1-1, ambas novenas volverán al diamante este domingo en el Estadio Francisco I. Madero para disputar el juego decisivo. Los Saraperos buscarán retomar el control en casa, mientras que los Charros intentarán capitalizar el momento y llevarse la serie. El desenlace se espera reñido, con pronóstico reservado y atención puesta tanto en la ofensiva como en las condiciones climáticas.
