CULIACÁN, SIN.- La guerra entre las facciones del Cártel de Sinaloa han impactado a la burbuja inmobiliaria de la capital de la entidad, en donde el costo de las viviendas se había disparado.
Un reportaje de el diario El País indica que para agosto de 2024, el precio de una casa iba de entre dos y 20 millones de pesos, alrededor de un millón de dólares, aunque los salarios en la región se encuentran entre los más bajos de todo México.
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El conflicto comenzó en septiembre, en donde se enfrentan principalmente los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán con los de Ismael “El Mayo Zambada” y desde entonces se ha reconfigurado el mercado inmobiliario.
En los últimos años el sector creció demasiado, ya que se construyeron plazas comerciales de alto costo, con edificios de viviendas a precios muy elevados. Viviendas de 60 metros cuadrados se vendían desde ocho millones de pesos.
Las familias de Sinaloa difícilmente podían comprar una vivienda a estos precios, por lo que se comenzó a hablar de una “narcogentrificación”, debido a que casi solo miembros del crimen organizado podían hacerse de un inmueble a estos precios.
El reportaje indica que ahora hay un déficit de vivienda de hasta 500 mil casas o pisos de departamentos debido a la escalada del conflicto en Sinaloa, principalmente en Culiacán.
Martha Elena Reyes Zazueta, Presidenta de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en Sinaloa, detalló que se tenía una “economía ficticia” en la que principalmente se veían beneficiados los integrantes del crimen organizado.
“Nosotros, que trabajamos de manera legal, generalmente empezamos poco a poco y toma años llegar al éxito, pero de pronto había negocios que se hicieron líderes”, añade.
Con la llegada de la “narcoguerra” el escenario cambió, el conflicto desbarató muchos de los negocios que se abrireron con este impulso que dio el narcotráfico.
“Reyes Zazueta, la presidenta de Coparmex en Sinaloa, dice que la guerra ha desbaratado muchos de los negocios abiertos al calor del narco. “Muchos que tuvieron éxito ahora los vemos desaparecidos, quebrados, ya no existen”, explica la empresaria.
Por su parte, la presidenta de la Federación de Colegios de Economistas de la República Mexicana, Cristina Ibarra, afirma que la violencia ha llevado a que se pierdan 23 mil millones de pesos en los últimos 9 meses en Sinaloa, y también una caída de 12 mil empleos formales.
A finales de 2024 la Sociedad Hipotecaria Federal reportó que los precios de las viviendas crecieron todavía 9.2 por ciento, pero ya en el primer semestre del año el crecimiento fue solo del 5.4% y esto se debe a que pocos están comprando y los que lo hacen no apuntan a viviendas caras que usualmente adquirían miembros del crimen.
Esta baja en la venta de viviendas también responde al traslado de capital del crimen a otros rubros, principalmente para la compra de armas, nóminas de pistoleros, drones, bombas y hasta blindaje artesanal.
Especialistas mencionan que no solo dejaron de comprar los narcos, sino personas que se vieron afectadas por el cierre de negocios que orbitaron en este “boom” inmobiliario.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi) en Sinaloa, Daniel Félix, explica que la caída fue del 70% en la venta de vivienda y se ha venido sosteniendo.
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Este desplome en la venta de viviendas ha llevado a los desarrolladores a proponer promociones como rebajas fuertes en los precios con el objtivo de amortiguar sus deudas con los bancos. Aunque esta estrategia disminuía la ganancia de los empresarios se buscaba liquidar los mega préstamos bancarios, pero el plan no tuvo buenos resultados
La solución que encontraron fue reventar esta “burbuja” de una forma controlada, parando la construcción de nuevos desarrollos y bajando los precios de las viviendas. Esta disminución en los costos ha sido considerables, ya que Paralela Residencial preveía hace un año vender sus pisos en 2.7 millones de pesos, pero se desplomaron a 1.9 millones o está el caso de Alcázar del Rey que hace un año contemplaba ventas por 1.6 millones de pesos y a principios de mayo disminuyeron su oferta a 813 mil pesos.
Con información de El País
