El Partido Revolucionario Institucional (PRI) no asistirá a la toma de protesta de jueces, magistrados y ministros electos, al considerar que se trata de una “gran farsa” y un “secuestro del Poder Judicial” por parte de Morena.
El dirigente nacional priista, Alejandro ‘Alito’ Moreno Cárdenas, afirmó que “no convalidará un proceso que, en lugar de promover la independencia judicial, impone criterios que afectan el equilibrio de poderes y debilitan la vida democrática de México, por lo que no asistirá a la toma de protesta de los nuevos integrantes del Poder Judicial Federal”.
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Enfatizó que el PRI no será cómplice de lo que calificó como la destrucción del sistema judicial: “No vamos a legitimar esta gran farsa. No seremos parte del acto con el que Morena consuma el secuestro del Poder Judicial. No se trató de una reforma, se trató de una intervención autoritaria para destruir el equilibrio de poderes. Morena convirtió el Poder Judicial en un brazo ejecutor del gobierno. Lo desmantelaron para ponerlo al servicio de sus intereses”, expresó.
El legislador insistió en que no se trató de una reforma judicial, sino de una intromisión que vulnera la autonomía: “Lo despojaron de su autonomía para ponerlo al servicio de sus intereses. Se robaron al Poder Judicial, lo entregaron a cuotas, lo repartieron como botín”, aseveró.
Además, advirtió que la renovación judicial será utilizada como instrumento de persecución: “No avalaremos un modelo que convierte la justicia en arma contra los opositores y deja indefenso al pueblo de México”, señaló.
En redes sociales, Moreno reiteró el compromiso del PRI con la división de poderes: “El PRI no se va a callar. Siempre hemos defendido la república y lo seguiremos haciendo, incluso con nuestra propia vida si es necesario”, publicó.
Los senadores priistas, coordinados por Manuel Añorve Baños, respaldaron la decisión y la calificaron como “una postura de congruencia política”. Argumentaron que la reforma impulsada por Morena convirtió al Poder Judicial en “un mecanismo de control político”.
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“Se adueñaron del Poder Judicial y lo sometieron a intereses de partido, anulando los contrapesos que garantizan la libertad y los derechos de los mexicanos a base de acordeones que niegan ahora y desconocen”, acusaron los legisladores y el Comité Ejecutivo Nacional del partido.
El PRI subrayó que históricamente ha defendido la autonomía de las instituciones y que no avalará un modelo que concentra poder en una sola instancia, dejando sin protección a quienes se oponen al régimen.
Finalmente, el tricolor refrendó su compromiso con las instituciones del Estado mexicano: “No vamos a normalizar el secuestro y destrucción de las normas y leyes que son base fundamental para la democracia”, puntualizó.