El técnico colombiano Juan Carlos Osorio expresó su molestia y decepción luego de que se truncara su posible llegada al banquillo de las Chivas de Guadalajara para el torneo Apertura 2025. En entrevista con David Faitelson para TUDN Sin Censura, Osorio calificó como “irrespetuosa y grosera” la manera en la que la directiva rojiblanca decidió descartarlo para el cargo.
“Desde la primera videollamada me ilusioné mucho, porque sigo pensando que el proyecto más mexicano, después de la Selección Nacional, es Chivas”, afirmó Osorio, quien dirigió al combinado nacional en el Mundial de Rusia 2018.
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El estratega recordó que el talento que vio en aquella etapa con el Tri —como el de Edson Álvarez, César Montes o Alexis Vega— también podía encontrarlo en el club tapatío, lo que reforzó su entusiasmo con la posibilidad de dirigir al Rebaño.
Las conversaciones avanzaron al punto de llevarlo a la Ciudad de México, donde sostuvo reuniones con varios representantes del club. Según relató, la exposición de su proyecto fue profunda, detallada y bien recibida por todos los presentes. Al final de la reunión, le informaron que el siguiente paso era viajar a Guadalajara para cerrar el contrato.
“Claro que me ilusioné cuando me dijeron que solo faltaba viajar a Guadalajara para concretar todo. Sentí que había sido una gran presentación, un análisis serio, con profundidad. Todo daba para iniciar un gran proceso”, narró.
Sin embargo, las cosas cambiaron de manera inesperada. Según Osorio, durante el trayecto de la Ciudad de México a Toluca, la directiva cambió de opinión y se disculpó, dándole una explicación que lo dejó indignado: aseguraron haber percibido olor a alcohol durante la reunión.
“Después de cuatro horas de charla, de estar cara a cara, escuchar, ver, sentir… dijeron que yo olía a alcohol. Me parece absurdo, poco profesional. ¿Cómo se le ocurre a alguien ir a una entrevista con un club tan prestigioso en ese estado? ¡Imposible! Estuve con ellos todo el tiempo”, subrayó con evidente molestia.
Para Osorio, si esa hubiera sido la verdadera razón, debieron decirlo de inmediato. “Un presidente o director serio, si percibe algo así, interrumpe la entrevista y da por terminada la conversación. No esperas cuatro horas para inventar eso después”, criticó.
Incluso, dijo haber ofrecido en ese momento hacerse exámenes para comprobar su estado y dejó en claro que su comportamiento reciente ha sido impecable: “Moralmente estaba con toda la autoridad para defenderme”.
Aunque agradeció haber sido considerado para el puesto, Juan Carlos Osorio cerró su testimonio visiblemente decepcionado: “Está bien, no pasa nada, les deseo lo mejor. Pero la manera en que gestionaron esto fue inoportuna, inapropiada, grosera e irrespetuosa”.
El estratega recordó que el talento que vio en aquella etapa con el Tri —como el de Edson Álvarez, César Montes o Alexis Vega— también podía encontrarlo en el club tapatío, lo que reforzó su entusiasmo con la posibilidad de dirigir al Rebaño.
Las conversaciones avanzaron al punto de llevarlo a la Ciudad de México, donde sostuvo reuniones con varios representantes del club. Según relató, la exposición de su proyecto fue profunda, detallada y bien recibida por todos los presentes. Al final de la reunión, le informaron que el siguiente paso era viajar a Guadalajara para cerrar el contrato.
“Claro que me ilusioné cuando me dijeron que solo faltaba viajar a Guadalajara para concretar todo. Sentí que había sido una gran presentación, un análisis serio, con profundidad. Todo daba para iniciar un gran proceso”, narró.
LO DEJAN ‘VESTIDO Y ALBOROTADO’
Sin embargo, las cosas cambiaron de manera inesperada. Según Osorio, durante el trayecto de la Ciudad de México a Toluca, la directiva cambió de opinión y se disculpó, dándole una explicación que lo dejó indignado: aseguraron haber percibido olor a alcohol durante la reunión.
“Después de cuatro horas de charla, de estar cara a cara, escuchar, ver, sentir… dijeron que yo olía a alcohol. Me parece absurdo, poco profesional. ¿Cómo se le ocurre a alguien ir a una entrevista con un club tan prestigioso en ese estado? ¡Imposible! Estuve con ellos todo el tiempo”, subrayó con evidente molestia.
Para Osorio, si esa hubiera sido la verdadera razón, debieron decirlo de inmediato. “Un presidente o director serio, si percibe algo así, interrumpe la entrevista y da por terminada la conversación. No esperas cuatro horas para inventar eso después”, criticó.
Incluso, dijo haber ofrecido en ese momento hacerse exámenes para comprobar su estado y dejó en claro que su comportamiento reciente ha sido impecable: “Moralmente estaba con toda la autoridad para defenderme”.
Aunque agradeció haber sido considerado para el puesto, Juan Carlos Osorio cerró su testimonio visiblemente decepcionado: “Está bien, no pasa nada, les deseo lo mejor. Pero la manera en que gestionaron esto fue inoportuna, inapropiada, grosera e irrespetuosa”.
