Un reciente operativo conjunto entre la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) y la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) en el estado de Chihuahua ha encendido las alarmas sobre la integridad en la venta de combustibles. Siete estaciones de servicio fueron inspeccionadas en cuatro municipios, con un saldo de cinco clausuras, 36 instrumentos de medición inmovilizados y una denuncia formal ante la Fiscalía General de la República.
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GASOLINERAS BAJO LA LUPA Y VIDEOS QUE AVIVAN LA POLÉMICA
La intervención se realizó en establecimientos ubicados en Chihuahua, Cuauhtémoc, Riva Palacio y Rosales. Uno de los casos que ha acaparado la atención en redes sociales es el de la estación Black Gold, reconocida por sus precios bajos. En un video difundido por usuarios, se sugiere que esta gasolinera cerró de manera anticipada para evitar la revisión, lo que ha generado sospechas aunque no fue clausurada oficialmente.
Entre los establecimientos que sí fueron sancionados, Profeco destacó a través de un video la estación Folvaz S.A. de C.V., donde se detectó un faltante de 644.41 mililitros por cada 20 litros de combustible despachado, además de otras irregularidades técnicas. Esto llevó a la inmovilización de sus bombas y a la clausura del sitio.
LA PRESIÓN SOCIAL CRECE: “¿QUIÉN ESTÁ CUMPLIENDO Y QUIÉN NO?”
Tras el operativo, usuarios en redes sociales han exigido transparencia absoluta. Las publicaciones de Profeco han sido respondidas con comentarios que reflejan molestia, escepticismo y exigencias concretas: saber qué estaciones fueron verificadas, cuáles incumplieron y con base en qué criterios técnicos. La demanda ciudadana es clara: información completa para recuperar la confianza en el mercado energético.
UN PROBLEMA DE FONDO: ROBO AL CONSUMIDOR Y HUACHICOL FISCAL
Las acciones de Profeco y ASEA no solo buscan frenar prácticas aisladas, sino enfrentar dos fenómenos estructurales que afectan gravemente al sector:
Robo al consumidor: La venta de litros incompletos no es un caso aislado. La verificación técnica reveló que algunas estaciones entregaban cantidades significativamente menores a las que cobraban, en ocasiones más de 600 mililitros por cada 20 litros. También se hallaron deficiencias operativas y anomalías en sistemas electrónicos.
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Huachicol fiscal: Además del fraude directo al consumidor, el mercado enfrenta otra amenaza: la importación ilegal de combustible desde Estados Unidos sin el pago de impuestos. Según una investigación del Financial Times, esta práctica no solo genera pérdidas millonarias al erario por evasión del IEPS, sino que también alimenta las finanzas del crimen organizado. Además, plantea riesgos para la calidad del combustible y la seguridad de los consumidores.
LA EXIGENCIA CIUDADANA: INFORMACIÓN COMPLETA Y SANCIONES FIRMES
La ciudadanía exige saber quién cumple con la ley y quién no. Frente a la desconfianza generalizada, los consumidores quieren garantías de que las autoridades no solo sancionen, sino que también hagan públicos los resultados y aseguren un mercado justo y seguro para todos.
