Aunque el nearshoring ofrece oportunidades para el crecimiento económico y la creación de empleo en el país, aún presenta desafíos importantes en términos de desigualdades de género. Así lo advierte el artículo “Desafío y propuestas de la equidad de género en Hispanoamérica y el nearshoring: análisis específico para Saltillo-Ramos Arizpe”, de Félix Rubén Lostal Martínez, HLM Consulting & Engineering, publicado recientemente en la revista CienciAcierta (abril-junio 2025) de la Universidad Autónoma de Coahuila.
El estudio, basado en datos oficiales y un análisis regional, revela importantes desigualdades de género que persisten en estos dos municipios de Coahuila, aun cuando comparten geografía y vocación industrial.
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Una de las barreras que impiden el acceso de las mujeres a este mercado laboral, según el artículo, es la disparidad en el nivel educativo de las mujeres en Saltillo y Ramos Arizpe.
En este se muestra que, mientras el 22.3 por ciento de la población de Saltillo cuenta con estudios de licenciatura, en Ramos Arizpe la cifra cae al 15.3 por ciento. En el caso de la capital del estado, el 11.8 por ciento de los hombres cuenta con estudios universitarios, y sólo el 10.5 por ciento de las mujeres.
En Ramos Arizpe, sólo el 7 por ciento de las mujeres tiene formación universitaria, contra el 8.35 por ciento de los hombres. En ambos casos, las mujeres están en desventaja educativa en un contexto donde las habilidades técnicas y especializadas son cada vez más requeridas.
En el ámbito educativo, las mujeres en Saltillo y Ramos Arizpe están subrepresentadas en carreras STEM (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas). En Ramos Arizpe, una ciudad netamente industrial, la matrícula femenina en ingeniería es 60 por ciento menor que la de los hombres, lo que deja a muchas mujeres fuera del radar de contratación en sectores clave del nearshoring.
“El acceso limitado a la educación, como ya se ha visto, y a la capacitación perpetúa la brecha de género. Las mujeres tienen menos probabilidades de completar estudios superiores y de recibir formación en campos de alta demanda como la tecnología y la ingeniería. Esta falta de capacitación y educación adecuada restringe sus oportunidades de empleo en sectores emergentes y mejor remunerados, perpetuando así el ciclo de desigualdad”, señala el estudio.
Además, la tasa de participación laboral en Coahuila está liderada por hombres: el 76.1 por ciento de los hombres en edad laboral están empleados, frente al 48.4 por ciento de las mujeres. A esto se suma una disparidad salarial del 19.7 por ciento en perjuicio de las mujeres, quienes además cargan con el 74 por ciento de las tareas del hogar, lo que limita aún más su integración plena al mundo laboral.
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Un informe del Banco Mundial (Banco Mundial, 2023) destaca que la tasa de participación laboral de las mujeres en la región retrocedió a niveles de hace una década durante la pandemia. En específico, para Coahuila, la destrucción de trabajo para las mujeres fue más prolongada en el tiempo, con una caída más rápida que la de los hombres y una recuperación más lenta.
Ante ello, el autor, Félix Rubén Lostal, plantea una estrategia de intervención multifactorial para revertir la tendencia, que incluye incentivos fiscales y regulatorios para empresas que promuevan la contratación femenina, programas de capacitación técnica con enfoque de género —especialmente en sectores industriales—, infraestructura social como guarderías, transporte seguro, políticas laborales flexibles y campañas culturales que rompan con estereotipos de género e impulsen a más mujeres hacia áreas como la ingeniería y la tecnología.
Además, propone el fortalecimiento de alianzas público-privadas que permitan abordar desde varios frentes las limitaciones estructurales que frenan la participación femenina.