DWEIL’A.-Un atacante suicida en Siria abrió fuego y luego detonó un chaleco explosivo dentro de una iglesia griega ortodoxa llena de personas que rezaban el domingo, matando al menos a 20 e hiriendo a otras 52, informó la televisión estatal siria.
El ataque tuvo lugar en Dweil’a, en las afueras de Damasco, dentro de la Iglesia Mar Elías, según la televisión estatal SANA, citando al Ministerio de Salud para el número de muertos y heridos.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, afirma que hubo al menos 19 muertos y decenas de heridos, pero no dio cifras exactas. Algunos medios locales informaron que entre las víctimas había niños.
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El ataque a la iglesia fue el primero de su tipo en Siria en años y ocurre mientras el nuevo gobierno sirio intenta ganar el apoyo de las minorías. A medida que el presidente Ahmad al-Sharaa lucha por ejercer autoridad en todo el país, ha habido preocupaciones sobre la presencia de células durmientes de grupos extremistas en el país devastado por la guerra.
Ningún grupo se atribuyó el atentado de inmediato, pero el Ministerio del Interior sirio dijo que un extremista del grupo Estado Islámico entró en la iglesia.
El ministro de Información sirio, Hamza Mostafa, condenó el ataque, calificándolo de terrorista.
“Este acto cobarde va en contra de los valores cívicos que nos unen”, indicó en una publicación en X. “No retrocederemos en nuestro compromiso con la ciudadanía igualitaria… y también afirmamos el compromiso del Estado de hacer todos los esfuerzos para combatir las organizaciones criminales y proteger a la sociedad de todos los ataques que amenazan su seguridad”.
Testigos relataron que el atacante, con el rostro cubierto, entró y disparó a las personas. Cuando una multitud se abalanzó sobre él para sacarlo de la iglesia, detonó sus explosivos en la entrada.
“Las personas estaban rezando tranquilamente bajo la mirada de Dios”, contó el padre Fadi Ghattas, quien afirmó haber visto al menos 20 personas muertas con sus propios ojos. “Había 350 personas rezando en la iglesia”.
Sin embargo, Meletius Shahati, un sacerdote de la iglesia, dijo que había un segundo hombre armado que disparó a la puerta de la iglesia antes de que la otra persona se detonara.
Issam Nasr, quien estaba rezando en la iglesia, indicó que vio a personas “volar en pedazos”.
“Nunca hemos sostenido un cuchillo en nuestras vidas. Todo lo que llevamos fueron nuestras oraciones”, relató.
Las fuerzas de seguridad y los socorristas se apresuraron a llegar a la iglesia. Los sobrevivientes en pánico lloraban, mientras una mujer caía de rodillas y rompía en llanto.
Una foto circulada por los medios estatales sirios SANA mostró los bancos de la iglesia cubiertos de escombros y sangre.
