
Todavía no tiene un nombre internacionalmente aceptado, pero es el movimiento político de la actual generación de jóvenes. Desde la “primavera árabe” –que hace quince años empujó por la democratización de Medio Oriente y fracasó– no se había visto una ola como la que encabeza la Generación Z actual. Como aquella, la espontaneidad de la desorganización, la convocatoria y comunicación a través de las redes sociales, ha resultado clave para irrumpir y descuadrar a gobiernos de distintos continentes.



