CIUDAD VICTORIA, TAMPS.— La Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT) lleva a cabo un proyecto pionero en el país para analizar los efectos secundarios que provocan los medicamentos utilizados en el tratamiento del cáncer infantil, con la meta de diseñar alternativas que reduzcan complicaciones y mejoren la calidad de vida de los pacientes.
El estudio está encabezado por el doctor Juan Miguel Jiménez Andrade, profesor-investigador de la Unidad Académica Multidisciplinaria Reynosa Aztlán (UAMRA), y cuenta con financiamiento de la Secretaría de Ciencia, Humanidades, Tecnología e Innovación (SECIHTI).
TE PUEDE INTERESAR: Desalojan el centro de Mérida tras fuga de amoniaco en planta de hielo
De acuerdo con el especialista, si bien la medicina moderna ha logrado que muchos niños sobrevivan hasta dos décadas después del diagnóstico, los efectos adversos de los fármacos antineoplásicos ―como fracturas y osteoporosis― impactan de manera severa su desarrollo y calidad de vida.
“Estamos estudiando por qué el dolor aumenta y por qué se acelera la pérdida ósea en quienes reciben estos tratamientos. La idea es identificar los mecanismos responsables para, después, encontrar medicamentos que prevengan esos daños”, explicó Jiménez Andrade.
En el laboratorio, el equipo de la UAT trabaja con modelos experimentales en ratones para evaluar los efectos de distintos fármacos. La siguiente etapa, adelantó el investigador, consistirá en probar dos medicamentos que podrían prevenir el dolor y la pérdida ósea, para luego avanzar hacia ensayos clínicos en colaboración con el Instituto Nacional de Cancerología.
TE PUEDE INTERESAR: Vivir para los muertos: el crudo y silencioso oficio de los embalsamadores
En México, los tipos de cáncer más frecuentes en la niñez son leucemia, neuroblastoma, sarcoma y cáncer óseo. Sin embargo, los estudios sobre complicaciones a largo plazo en esta población son escasos, lo que coloca al proyecto de la UAT como uno de los pocos en su tipo.
El trabajo ya ha rendido frutos: dos artículos científicos publicados en revistas indexadas internacionales y la oportunidad para estudiantes de la institución de realizar estancias en el prestigioso Instituto Karolinska de Suecia, uno de los centros de investigación médica más importantes del mundo.
Jiménez Andrade, integrante nivel III del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), subrayó que el objetivo central es claro: “Encontrar la patología y los mecanismos en el organismo para bloquearlos y, con ello, garantizar a los niños con cáncer no solo la supervivencia, sino una vida digna y con menos dolor”. Con información de El Universal