Desde el desierto
Por: José Luis Campuzano
jlcampuzanom@hotmail.com
En el Partido Revolucionario Institucional (PRI), uno de los partidos políticos más emblemáticos de México, se ha desatado una serie de cuestionamientos y reacciones variadas entre los distintos grupos al interior del partido ante la intención del actual presidente, Alejandro Moreno, de pretender quedarse al frente de la institución por dos periodos más.
Desde su designación, Alejandro Moreno ha enfrentado diversos retos y críticas al interior del PRI. Su propuesta de extender su liderazgo por dos periodos más ha generado opiniones encontradas entre los grupos políticos y militantes del partido.
Por un lado, hay quienes apoyan la continuidad de Alejandro Moreno al frente del PRI. Argumentan que su liderazgo ha permitido cierta estabilidad interna, ha promovido la renovación generacional dentro del partido y ha trabajado en la reestructuración y fortalecimiento de la estructura partidista. Consideran que Moreno ha sido capaz de enfrentar la adversidad y de mantener al PRI como una fuerza relevante en el panorama político nacional.
Por otro lado, existen sectores disidentes que rechazan la idea de que Alejandro Moreno permanezca al frente del PRI por dos periodos más. Cuestionan su estilo de liderazgo, lo acusan de falta de apertura para la inclusión de nuevas voces y propuestas dentro del partido, y señalan su vínculo con la llamada «vieja guardia» del PRI como un obstáculo para la renovación y la autocrítica que el partido necesita.
Incluso hay quienes sostienen que el verdadero propósito de Alejandro Moreno es mantener el fuero constitucional para no enfrentar las acusaciones de desvío de recursos generados bajo su mandato como Gobernador del Estado de Campeche.
Además, hay quienes critican la gestión de Moreno al frente del PRI, argumentando que no ha logrado recuperar la confianza de la ciudadanía ni posicionar al partido como una alternativa real en la política nacional. Señalan que el PRI requiere de un cambio profundo y de una renovación verdadera para adaptarse a los nuevos retos y demandas de la sociedad mexicana.
En medio de esta controversia, Alejandro Moreno ha manifestado su disposición para someterse a una consulta interna dentro del PRI para decidir su continuidad como presidente del partido. Esta consulta se perfila como un momento crucial para definir el futuro del PRI y para conocer el sentir de la militancia respecto a la permanencia de Moreno en la dirigencia.
La reacción de los distintos grupos al interior del PRI ante la intención de Alejandro Moreno de quedarse al frente del partido por dos periodos más refleja la diversidad de opiniones y expectativas que existen dentro de la institución. La consulta interna se presenta como una oportunidad para canalizar estas diferencias y para buscar consensos que permitan fortalecer al PRI como una alternativa política viable en el escenario actual.