Un análisis de The Economist reveló que la llamada “fiebre por la manufactura” puede resultar autodestructiva si lleva a políticas proteccionistas que encarecen la producción, reducen la productividad y desincentivan la innovación.
De acuerdo a lo que destacó para México y para estados como Coahuila que están en el corazón del fenómeno de nearshoring— el gran reto es aprovechar esta coyuntura para posicionarse como un hub de manufactura avanzada, apostando por talento técnico, automatización de alto valor, infraestructura logística moderna y marcos regulatorios abiertos que favorezcan la competitividad.
Además explicó que reindustrializar no es volver al pasado. Es entender el presente y construir hacia el futuro.
Destacan que el camino es construir cadenas de suministro diversificadas y cooperar con aliados, no encerrarse en economías cerradas.
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En este análisis se invita a la reflexión sobre las políticas industriales que hoy se impulsan en el mundo. ¿Qué implicaciones tiene esto para México y para estados industriales como Coahuila?
En tiempos de tensiones geopolíticas, disrupciones en las cadenas de suministro y competencia feroz con China, cada vez más gobiernos apuestan por “reindustrializar” sus economías.
Indicó que desde potencias como Estados Unidos hasta Europa, pasando por India, se multiplican las políticas de estímulo, subsidio y proteccionismo para atraer de vuelta la manufactura.
Sin embargo, un reciente análisis publicado por The Economist advierte que este renovado entusiasmo por las fábricas puede ser un espejismo más que una solución. Y particularmente para estados industriales como Coahuila— ofrece lecciones valiosas.
La automatización y la sustitución de empleos
Uno de los principales argumentos que suelen esgrimir los políticos es que impulsar la manufactura permitirá recuperar empleos bien pagados para trabajadores sin título universitario, no obstante, la evidencia muestra lo contrario.
De acuerdo a lo que se informó la automatización ha reducido el número de empleos en la industria en todo el mundo.
Cabe destacar que los trabajos que se crean hoy en día en las fábricas son en su mayoría para técnicos e ingenieros, no para operarios tradicionales.
En Estados Unidos, menos de un tercio de los empleos manufactureros actuales son ocupados por trabajadores sin estudios superiores.
Este fenómeno es relevante para Coahuila, donde el sector automotriz y metalmecánico ha sido un motor clave de empleo y sostén de muchas familias.
En ese sentido, la tendencia hacia una mayor automatización en las nuevas plantas de baterías, electromovilidad o autopartes de alta tecnología sugiere que el número de empleos nuevos no será proporcional a las inversiones que atraigan.
Otro aspecto que se destacar es que la manufactura es condición indispensable para el crecimiento económico.
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No obstante, países como India han logrado crecer a tasas impresionantes sin alcanzar la meta oficial de que su manufactura represente el 25% del PIB. Por el contrario, China, a pesar de dominar sectores enteros, ha enfrentado desafíos para mantener sus ritmos de crecimiento.
México podría tomar nota aquí: más allá de buscar simplemente “producir más”, el reto es producir con mayor valor agregado, fortalecer capacidades de innovación y diversificar hacia servicios avanzados que complementen el músculo manufacturero.
Por otro lado, la guerra en Ucrania evidenció dependencias críticas, como las tierras raras dominadas por China que justifican estrategias para fortalecer ciertas capacidades industriales clave.
Pero una estrategia inteligente no pasa por subsidiar indiscriminadamente toda la manufactura ni por buscar la autosuficiencia total.
Con información de The Economist
