Isabella es maestra de Preescolar y madre de 3 niños pequeños. Su vida, como la de muchas mujeres, no cabe en las 24 horas del día. “Lo más difícil es el tiempo”, dice. Tiempo para convivir con sus hijos, tiempo para las tareas del hogar, tiempo para preparar su clase y atender a más de 30 alumnos… y, si se puede, un poco de tiempo para sí misma.
Trabaja en el turno matutino en una escuela de Saltillo, lo que le permite llevar a sus hijos a la escuela y recogerlos por la tarde, sin embargo, esa flexibilidad se ve limitada cuando las actividades del trabajo se empalman con las de ellos.
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“Cuando tienen eventos en la escuela y es en la misma fecha en la que tengo eventos en mi trabajo, no puedo ir. Me gana el sentimiento de no poder ir y ellos quieren ver que tu estas ahí presente, pero tú tienes esos mismo eventos por cumplir como maestra”, señaló.
Ser maestra no termina cuando suena el timbre; aunque el aula se vacía, el trabajo continúa en casa. “Es corto el tiempo que estoy en el kínder, pero el día dura muy poco para cumplir con mis deberes como mamá y como maestra”. Su jornada concluye alrededor de las 08:00 de la noche. Después de acostar a sus hijos, se queda preparando todo para la clase del día siguiente. A veces, cuando no le queda energía, se duerme temprano para levantarse a las 04:00 de la mañana y atender sus pendientes.
“Así, mientras todos duermen, hago mis cosas”, explicó.
Isabella no trabaja por gusto, aunque ama su vocación. Trabaja porque no alcanza con un solo salario en su hogar y, al igual que su esposo, sale todas las mañanas en busca de una mejor vida para su familia.
Coahuila es el tercer Estado más caro para vivir en México. De acuerdo con el Inegi, una familia necesita al menos 21 mil 900 pesos mensuales para cubrir sus gastos esenciales, lo que obliga a que ambos padres trabajen para poder ofrecer una vida digna a sus hijos y por consecuencia están menos presentes en su día a día.
Sin embargo, la carga no se reparte por igual: las madres asumen una jornada extra, dedicando en promedio 16.3 horas más que los padres al trabajo no remunerado en el hogar, lo que posiciona a Coahuila con la décima brecha de género más amplia del país en este ámbito.