El reciente aseguramiento de 15 millones de litros de huachicol en Saltillo y Ramos Arizpe —considerado el más grande en lo que va del sexenio— volvió a colocar en la conversación al coahuilense Juan Manuel “El Mono” Muñoz, señalado ahora por Anabel Hernández como el “nuevo rey del huachicol”, al haber transitado por diversos gobiernos con permisos para su imperio gasolinero, pese a sus nexos con narcotraficantes.
En la última publicación de su pódcast, la periodista Hernández hizo un recuento sobre la construcción del imperio que antecede a la creación de las gasolineras CargoGas, el cual —asegura— se fue tejiendo a través de una red de protección política y crimen organizado.
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Anabel Hernández documenta que desde 1999, su esposa y él comenzaron a crear empresas como Servicios Fujibara, Gasolinería Plaza, Comercializadora Cargo México y Operadora Bosmer; esta última, junto a Rafael Antonio Medina Rea, quien años más tarde fue detenido por la Secretaría de Marina por ser un activo de Los Zetas.
En ese sentido, la periodista subraya que, aunque desde 2013 la entonces PGR ya tenía investigaciones abiertas por lavado de dinero y vínculos con Los Zetas, los negocios de Muñoz siguieron operando sin contratiempos.
Uno de los primeros nexos políticos que la periodista resalta es con el exgobernador de Coahuila, Humberto Moreira, quien —al igual que Muñoz— fue detenido en España en períodos similares.
Según la periodista, durante el sexenio de Enrique Peña Nieto, “El Mono” incluso recibió concesiones de 30 años para la venta y transporte de gasolina, otorgadas por la CRE a empresas como Estación de Servicio Mirasierra y Servicios Parque B. Carranza.
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Sin embargo, esta situación se extendió a la gestión de Andrés Manuel López Obrador, cuando se registró, en 2018, la condonación de una deuda de más de 92 millones de pesos a una de sus gasolineras.
Previo a la llegada de este mandatario, Anabel señala que “El Mono” Muñoz tejió una relación con Horacio Piña Ávila, quien fue candidato a la alcaldía de Matamoros por el proyecto de Morena en 2018. De acuerdo con la periodista, Horacio Piña es primo de Roberto Piña Román —señalado como jefe de Los Zetas en esa región— y éste estaba asociado con Salomón Ayup, sobrino de Muñoz Luévano.
Aunque “El Mono” fue detenido en España y extraditado a Estados Unidos, donde fue sentenciado por lavado de dinero en 2024, el crecimiento de su imperio no se detuvo. Según la periodista, en 2019 crearon Servicios Especializados Combust y Gas, y consolidaron aún más Grupo Cargo Gas, que hoy cuenta con más de 30 centros de distribución.
Los documentos mostrados por Hernández indican que Muñoz ha sido investigado en al menos cuatro indagatorias iniciadas por la FGR, en las que se han examinado cinco delitos, entre ellos fiscales y de delincuencia organizada.
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La periodista también detalla que, pese a todo su historial, en octubre de 2024 —ya con Claudia Sheinbaum en la presidencia— la CRE permitió que 11 de sus gasolineras traspasaran sus permisos a empresas sospechosas de ser “fachadas”, en lugar de cancelarlos. Nombres como Superservicio Noas, Hidrolitro Lagunero y Grupo Gasolinero TRC ahora operan esos permisos, aunque siguen ligados a su familia.
Para Anabel Hernández, el caso de “El Mono” revela un sistema de complicidades que permanece intacto, incluso bajo la supuesta “lucha contra el huachicol”. Mientras tanto, Grupo Cargo Gas sigue creciendo.