Este sábado, en el Teatro de la Ciudad fernando Soler se llevó a cabo la 33 edición de la función de Gala del Ballet Folklórico Xochipitzahuatl del Colegio Nicolás Bravo (CNB) de Saltillo, uno de los grupos de danza con más reconocimientos y presentaciones nacionales e internacionales de Saltillo.
El ritmo de tambor de la Danza de Concheros dio inicio al espectáculo en punto de las 18:00 horas, con una pieza que representa nuestros orígenes prehispánicos cubrió el escenario. Fue un ritual que, además de ofrecer estas danzas a una fuerza superior, anunció el viaje cronológico por México y su historia del que seríamos testigos esa tarde.
Continuó la gala con la presentación de bailes de Tamaulipas, pertenecientes a la región de la sierra de San Carlos: bailes no comúnmente representados, pero que revelan otra faceta del mestizaje de las culturas prehispánicas con los colonos que llegaron con la conquista.
Las niñas del CNB fueron las grandes protagonistas en la representación de las regiones de Oaxaca y Yucatán. Sus vestidos típicos llenos de color se sumaron a las muchas horas de ensayo para lograr la perfección en sus coreografías, pues con una piña o una charola con vasos y botellas demostraron su temple y equilibrio, reconocido con grandes aplausos.
Continuó la presentación con la representación de bailes típicos de Veracruz, así como de Michoacán —donde destacó la popular Danza de los viejitos— y Jalisco, con la interpretación en vivo del mariachi Sol de México, acompañante perfecto para los pasos de los jóvenes y niños, ahora convertidos en gallardos charros que cortejan a las damas en sus coloridos vestidos.
Ex alumnos del CNB, ahora como parte del grupo Maxochitl, agradecidos de haber pertenecido al ballet Xochipitzahuatl, irrumpieron el templete para representar la región de Aguascalientes, demostrando el dicho que dice “lo que bien se aprende jamás se olvida”, pues con maestría crearon un emotivo momento al reflejar su trayectoria en escena.
Fundado el 2 de octubre de 1992 por el prof. Florentino Alvarado Quiroz, con la firme intención de despertar en los niños la inquietud por adentrarse en el fascinante mundo de la danza regional; y mediante ésta, descubrirse a sí mismos, este ballet ha logrado reconocimiento internacional en festival en , además de ser miembro del Consejo Internacional de Organización de Festivales Folklóricos y artes Tradicionale) avalado por la UNESCO.
“El conocimiento de las culturas tanto orientales como euro-asiática ha marcado la enseñanza y aprendizaje de los alumnos quienes tienen la oportunidad de convivir con niñas y niños de otros países que comparten el mismo gusto por la danza folklórica, no solo de México, sino de sus países y de otros países con los cuales también conviven”, comentó para VANGUARDIA Orlando Casas, director de la compañía.
“El arte de la danza folklórica es un arte en donde se lleva a cabo la formación integral de las alumnas y alumnos, ya que no solo se forman bailarines sino que también se forman personas en la disciplina. Y es bien sabido que la disciplina te da un estilo de vida y un orden que puedes aplicar en cualquier aspecto de la vida, desde lo individual hasta lo social o laboral”, agregó sobre los beneficios que promueven con este proyecto en el alumnado del CNB.
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El gran cierre también contó con música en vivo, con el acordeón, bajo sexto y tarola del conjunto Contrapunto, mientras los alumnos representaron bailes típicos de Nuevo León, luciendo orgullosos sus chamarras de cuero y sombreros, que alzándolos al aire mostraron que todo lo invertido en extenuantes horas de ensayo a lo largo de un año rindió frutos. Y el público, conformado principalmente por las familias de los integrantes, vieron en ellos los valores que el ballet y el CNB inculca como parte de su labor formativa, quedando expectantes cual será la próxima gran gala y que sorpresas traerá con ella.