Ciudad de México. En el periodo de enero a octubre del 2024, el gasto que tuvo el gobierno federal para cubrir la deuda que generó el rescate bancario en 1990, fue de 62 mil 489.4 millones de pesos, lo que significó un aumento de 10 por ciento real en comparación con el mismo periodo del 2023, cuando fue de 54 mil 216.5 millones de pesos, de acuerdo con el Informe de Finanzas Públicas y Deuda Pública de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La erogación para el apoyo a ahorradores y deudores de la banca en enero- octubre pasado fue cercana a los recursos que el gobierno destinó en el mismo periodo al rubro de agricultura y desarrollo rural, que sumaron 63 mil 757.9 millones de pesos, los cuales representaron una reducción de 6.5 por ciento real respecto a los primeros 10 meses del 2023.
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A su vez, el gasto del rescate bancario a octubre fue ligeramente superior al monto que el gobierno otorgó al ramo infraestructura, comunicaciones y transporte en el periodo analizado, que fue de 61 mil 168.1 millones de pesos, lo que significó un aumento de 0.6 por ciento real.
Los apoyos financieros que el gobierno dio en la década de los 90 para rescatar al sistema bancario, mismos que se convirtieron en deuda pública mediante la creación del Fondo Bancario de Protección al Ahorro (Fobaproa), actualmente son los pasivos del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Para administrarlos, cada año el gobierno federal autoriza asignaciones presupuestarias que cubran el costo financiero de los pasivos y la contratación de créditos o emisión de valores para canjear o refinanciar las obligaciones financieras del Instituto.
De acuerdo con la SHCP, el manejo de la deuda del IPAB se orienta a que los pasivos vayan disminuyendo como proporción del producto interno bruto (PIB) y que no ejerzan una presión sobre la deuda del sector público y las finanzas públicas.
La estrategia de administración se enfoca en que la deuda no se incremente en términos reales, por lo que cada año debe ser cubierta mediante la transferencia de recursos presupuestarios y una parte de los ingresos propios del Instituto.
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En junio del 2001, los pasivos del IPAB representaban 10.3 por ciento del PIB, a junio del 2021 el nivel fue 3.50 por ciento y de 3.3 por ciento a junio de 2023.
El saldo de la deuda neta del IPAB representó 2.9 por ciento del PIB a septiembre del 2024, un nivel 0.13 puntos porcentuales menor al reportado al mismo mes de 2023, cuando fue de 3.03 por ciento, y es el más bajo al menos desde el año 2000 (9.31 por ciento).
Para el Ejercicio Fiscal de 2024, se solicitaron en el proyecto de presupuesto de egresos 62 mil 489.4 millones de pesos para ser destinados al Ramo 34, que son las erogaciones para los programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca.
Como porcentaje del PIB, el monto solicitado representaba 0.2 por ciento, que es mayor en 0.01 puntos porcentuales respecto a lo aprobado en 2023.
Desde el 21 de mayo de 1999, el IPAB es el organismo encargado de administrar el seguro de depósitos bancarios en México, que garantiza los ahorros hasta por 400 mil Unidades de Inversión (UDIS) que equivalen a aproximadamente a 3 millones 100 mil pesos.
La mayoría de los países han decidido establecer una red de seguridad financiera, otorgada por los gobiernos, que incluye un mecanismo de protección para los depositantes.
Además, el IPAB tiene la función de implementar las resoluciones a los bancos que presenten problemas financieros de solvencia o liquidez.
Con información de La Jornada