Max Verstappen volvió a mostrar su versión más sólida al conquistar el Gran Premio de Estados Unidos en el Circuit of The Americas, donde lideró de principio a fin y selló una victoria que puede ser crucial en la pelea por el título de 2025.
Con una conducción precisa y sin errores, el piloto de Red Bull cruzó la meta con casi ocho segundos de ventaja sobre Lando Norris, de McLaren, mientras que Charles Leclerc completó el podio con Ferrari.
La actuación del neerlandés fue una lección de control. Desde la largada defendió la primera posición, manejó el desgaste de neumáticos con estrategia y mantuvo el ritmo competitivo durante toda la carrera.
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Fue, además, un fin de semana perfecto: ya había ganado la Sprint Race del sábado, llevándose el máximo de puntos posibles en Austin.
EL CAMPEONATO SE APRIETA EN LA RECTA FINAL
Antes de la cita texana, Oscar Piastri mantenía una cómoda ventaja en la cima del campeonato, pero el quinto puesto del australiano permitió a Verstappen recortar una parte importante de la diferencia.
La tabla de pilotos, que parecía inclinada hacia McLaren, ahora luce más pareja, con el tricampeón mundial dentro de la zona de ataque cuando restan cinco Grandes Premios y varias carreras Sprint.
Red Bull, que durante parte del año lució rezagado en ritmo frente a McLaren y Ferrari, ha recuperado impulso en el momento decisivo.
Su mejora en el equilibrio aerodinámico y en la gestión de neumáticos se tradujo en un auto mucho más competitivo, capaz de pelearle de tú a tú a los autos papaya.
PRESIÓN TOTAL SOBRE MCLAREN
La victoria de Verstappen no solo representa puntos: también cambia la narrativa del campeonato. McLaren enfrenta ahora un doble desafío. Lando Norris mantiene opciones, pero la consistencia del neerlandés y los errores estratégicos del equipo británico comienzan a generar tensión.
El propio Piastri reconoció tras la carrera que “no fue un fin de semana ideal” y que deben reaccionar rápido para evitar que Red Bull tome el control psicológico del campeonato.
LO QUE VIENE: UN CIERRE DE ALTO VOLTAJE
Con el calendario entrando en su tramo final, la Fórmula 1 se dirige hacia una definición de infarto. Las próximas citas en México, Brasil y Abu Dhabi podrían ser decisivas para saber si Verstappen logra una remontada histórica o si McLaren resiste la presión.
Por ahora, el mensaje del tricampeón fue claro: no está listo para ceder su corona. Su victoria en Austin es más que un resultado; es una advertencia.
El rugido del Red Bull en Texas reavivó la llama de un campeonato que parecía enfriarse, y el mundo del automovilismo vuelve a tener en el horizonte un final digno de película.
