Por: Rubén Sánchez Delgado (Sandel)
CONCLUYE el ciclo escolar 2023-2024, y con él las expectativas de ¿cómo nos fue…? Por la simple y sencilla razón de indagar el trayecto recorrido en el primer año de operatividad del plan y los programas de estudio en educación básica, implementados a nivel nacional bajo la administración de AMLO y conocida la Reforma como “La Nueva Escuela Mexicana” (NEM).
DESDE la aprobación de la Carta Magna en 1917 por los Constituyentes en Querétaro, once han sido las reformas que en materia constitucional ha tenido el Artículo 3º, -relativo a la educación- que han impactado de una u otra forma el acontecer diario en el aula, siendo sus principales actores los docentes y los alumnos los que “palean” con el caudal de conceptos, planteamientos, metodologías, malla curricular pues, ente otros términos, con que los técnicos en materia de diseño curricular la fundamentan.
UN año escolar controversial, sin duda, – el que termina -, a raíz de la postura adoptada, que antes de iniciar, tomaron contados estados de México, con relación a la distribución en sus territorios de los nuevos libros de texto gratuitos, entre ellos Coahuila con su anterior gobernador, toda vez que señalaban “su apego a la ley, dada la necesidad de revisión del procedimiento para la elaboración de estos materiales (libros de texto), con la participación de los padres de familia, docentes y expertos en la materia”. Eco de inconformidades e inconsistencias –que realizaron también otros organismos de la sociedad- con respecto a los textos, traducidas a errores y disminución en contenidos en algunas asignaturas, entre otros.
ENTRE julio y agosto de 2023, los estira y afloja de la federación a través de la SEP y los gobiernos de los estados, específicamente Jalisco, Chihuahua, Guanajuato y Coahuila mantenían posturas férreas de no entregar libros hasta en tanto no se resolviera, la suspensión definitiva obtenida por la Unión Nacional de Padres de Familia en mayo de 2023. Esperaban así el fallo de la Suprema Corte de Justicia sobre su amparo.
PARA el inicio del ciclo escolar en agosto de 2023 en Coahuila, se notificó a los docentes en “voz de su estructura” que el plan y programas a desarrollar seguía siendo el de “aprendizajes clave”, tal como se le ubicaba en el argot magisterial y que trajo consigo la Reforma Educativa de 2017. Dejando de lado el plan y programas del 2022, con que se implementó la Reforma Educativa de López Obrador. La manzana de la discordia, sin duda, los libros de texto, que los medios nacionales dejaron correr con infinidad de artículos –a favor y en contra- sembrando discordia, confusión, e incertidumbre en la población y la base magisterial, no sólo en los libros ya, sino en todo el proyecto de reforma de la Nueva Escuela Mexicana que etiquetaban bajo un sustento ideológico de izquierda, subyacente en su currículum, dadas las aportaciones de “Las epistemologías del sur”, los saberes decoloniales, de Boaventura de Sousa Santos y los aportes de Paulo Freire, que eran parte de los materiales digitales que se revisaban en los consejos técnicos. Amén, de la obligada lectura de “Un libro sin recetas para la maestra y el maestro” elaborado por la Secretaría de Educación, para el plan de estudios 2022, editado para cada fase, como se llama a los periodos que conforman el nivel básico, correspondiendo la 6 para secundaria.
¿QUÉ informe, objetivo y real se rendirá –como resultado final- por parte de las autoridades de SEP, tanto nacional como estatal, al cierre de éste ciclo escolar? Para el caso que nos ocupa, en Coahuila, se vino autorizando –nuevamente vía voz- que se debería iniciar con el plan y los programas del 2022, casi a mediados de octubre de 2023, cuando ya el primer trimestre concluiría en un mes más.
EN el inter de agosto a octubre se trabajó “sin los tan satanizados libros de textos de la NEM”, sino con iniciativas bibliográficas propias –COAHUILAEDUCA-, de acuerdo a las decisiones de las autoridades de la SEP-Coahuila, invirtiendo una suma millonaria para editar textos y materiales para las escuelas públicas. Valioso será conocer el informe de los resultados obtenidos en cada centro escolar, dado el esfuerzo del pueblo coahuilense para financiar los materiales para la enseñanza de sus hijos en ese trayecto, en tanto se actuaba por parte de la autoridad para obtener la respuesta de la Suprema Corte, en relación al cumplimiento del gobierno federal con lo mandatado en la Ley General de Educación, en su Capítulo V, artículos 22 al 30. La entrega de textos a las escuelas demoró un tiempo más.
SI bien es cierto que la riqueza de la evaluación es a todas luces valiosísima en virtud de que se realiza para mejorar todo aquello que es factible de transformar. Importante tener a la mano la información recabada que al ser procesada, analizada sirva para la toma oportuna de decisiones que incidan en el mejoramiento y cambio de los recursos y herramientas escenciales para dar un giro, un nuevo rumbo al acontecer del contexto educativo con calidad y de forma sistemática.
DE lo que nos retroalimenten con los resultados obtenidos, se deducirá el impacto que tuvo, por ejemplo, el haber retenido los libros de texto en el estado, y si esto vino o no, a frenar el avance académico del estudiantado. O si por el contrario, con el material propio entregado a todas las escuelas el primer día del ciclo escolar 2023, se cumplió en tiempo y forma con el desarrollo de los contenidos programáticos y el bagaje de conocimientos requeridos para cada grado escolar. Razón de más para conocer lo que al interior de cada centro educativo, desde preescolar hasta secundaria se realizó ante la decisión de las autoridades educativas de iniciar con el plan anterior, a sabiendas del desfase con el proyecto nacional que la mayoría de los estados habían implementado.
NO se duda, de las estrategias de todo tipo que al interior de cada escuela, los colectivos docentes implementaron y que deben de quedar resaltadas, no solo en informes internos, sino en la complacencia de los padres de familia ante la evidencia del rendimiento académico alcanzado en este año por sus hijos, expresado en notas numéricas de acuerdo a su productividad en el aula y que le permitirá avanzar y sostenerse en el siguiente escalón. Interesante será analizar el Acuerdo 10/09/2023 de la SEP, por el que se establecen las normas generales para la evaluación, del aprendizaje, acreditación, promoción, regularización y certificación de las alumnas y alumnos de preescolar, primaria y secundaria.
DE las premisas e ideas inquisitivas que pueden derivarse entre líneas contenidas en el presente artículo, se podrá arribar a diversas conclusiones, que son parte finalmente del resultado de la puesta en marcha de un nuevo plan y programas de estudio para preescolar, primaria y secundaria en 2023. Y desprenderse el análisis de otros ámbitos del mismo terreno educativo, pues hay “mucha tela de donde cortar”, para ir ubicando la carreta debidamente. Aún quedan muchas preguntas y deberá haber respuestas para mejorar lo previamente deseable con lo realizado. Esto es solo el comienzo. Al tiempo.