A pesar de la alta concurrencia y la presencia de casetas de policías, los “cristalazos” han vuelto a apoderarse del Centro Histórico de Saltillo, generando preocupación entre vecinos, comerciantes y visitantes de la zona, así como gastos extraordinarios.
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El caso más reciente se registró la madrugada del sábado pasado, cuando una joven que había acudido a los bares del Centro regresó a su automóvil, estacionado sobre la calle Miguel Hidalgo esquina con Mariano Escobedo, y encontró una ventana destrozada.
El incidente ocurrió apenas a una cuadra de una caseta de policías ubicada en la esquina de Mariano Escobedo y Nicolás Bravo, y justo enfrente de los edificios de instituciones públicas como la Secretaría de Cultura.
Aunque el acto vandálico no tuvo como resultado el hurto de alguna pertenencia, la joven se percató de que posiblemente la alarma había sido desactivada de alguna manera.
El caso, que fue presentado en un grupo de vecinos de la zona, desató otros reportes, donde residentes narraron experiencias similares ocurridas en semanas recientes.
Entre los puntos señalados por otros afectados destacan la calle Ramos Arizpe esquina con Ignacio Allende, Castelar y General Cepeda, así como Nicolás Bravo y Escobedo, este último caso apenas a 10 metros de la misma caseta de vigilancia cercana al primer incidente.
Uno de los comerciantes de la zona señaló que en sus últimas reuniones con representantes de la Comisaría de Seguridad de Saltillo no se abordó este problema, pues aunque anteriormente se habían reportado varios cristalazos, la situación parecía haberse estabilizado.
Sin embargo, se ha planteado la posibilidad de que se unan las voces de otros locatarios con la intención de sumarse a la exigencia de los vecinos para que las autoridades den soluciones, mayor atención y patrullaje, pues la situación, además de afectar a los residentes, también pega a los clientes y al turismo interno de la ciudad.
