La creciente deuda de Petróleos Mexicanos (Pemex) ha encendido las alarmas entre analistas y actores económicos que advierten sobre la posible implementación de un rescate financiero, bautizado como el “Pemexproa”, en referencia al Fobaproa de los años 90. De concretarse, este mecanismo implicaría trasladar parte de los pasivos de la empresa al Estado, es decir, a los contribuyentes.
Pemex enfrenta una deuda superior a los 101 mil millones de dólares, lo que la coloca como la petrolera más endeudada del mundo, pero también como una de las menos rentables.
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A pesar del respaldo del gobierno federal, su capacidad para generar utilidades se ha visto afectada por una mezcla de baja eficiencia operativa, costos elevados y decisiones de inversión cuestionables.
EL FANTASMA DEL FOBAPROA RONDA NUEVA ESTRATEGIA
El concepto de “Pemexproa” hace alusión al rescate bancario de 1998, cuando el gobierno absorbió las deudas del sector financiero tras la crisis económica. Aquel episodio generó una fuerte carga para las finanzas públicas y aún hoy es un tema polémico.
Ahora, con una situación fiscal presionada y una economía que enfrenta riesgos internos y externos, la posibilidad de aplicar un esquema similar con Pemex ha empezado a tomar fuerza en el entorno de la presidenta electa Claudia Sheinbaum.
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Este lunes, el columnista Darío Celis afirmó que funcionarios cercanos a Sheinbaum ya han comenzado a explorar estrategias para reestructurar la deuda de la empresa, incluyendo la transferencia de pasivos a la Secretaría de Hacienda. Si bien aún no hay un plan oficial, las discusiones internas estarían muy avanzadas.
“El gobierno absorbería 50 mil millones de dólares de los 101 mil millones, bajando la tasa de golpe de 12 puntos que el mercado paga por el papel de Pemex a cerca de 4, que paga por el papel de deuda pública.
“En el mercado hay, cuando menos, 120 mil millones de dólares de bonos de Pemex que requerirían ser recomprados en una estrategia que no se antoja fácil, sobre todo si no existe un plan previo”, planteó Celis.
SIN MEJORAR: DE LAS MENOS RENTABLES
A pesar de los reiterados esfuerzos de los gobiernos de Claudia Sheinbaum y Andrés Manuel López Obrador por rescatar a Pemex —que incluyen capitalizaciones, reducción de carga fiscal y apoyo en el pago de vencimientos de deuda— la situación de la empresa no ha mejorado sustancialmente.
Según datos recientes difundidos por Latinometrics, Pemex se ubica entre las compañías petroleras menos rentables a nivel global, con un retorno sobre capital y márgenes de beneficio significativamente inferiores a sus pares internacionales.
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En 2024, la empresa reportó una pérdida neta de más de 170 mil millones de pesos. Además, su producción continúa estancada: se mantiene por debajo de los 1.9 millones de barriles diarios, lejos de las metas planteadas al inicio del sexenio.
“En mi manera de ver muy personalmente, sé que los financieros se pueden molestar con esto, pero yo creo que parte o el total de la deuda de Pemex se debe de volver una deuda pública, una especie de Pemexproa, total, la Hacienda Pública vivió muchos años de Pemex”, dijo Lorenzo Meyer Falcon, consejero independiente de Pemex, en un foro organizado en enero de 2024. Con información de La Política y El Heraldo de México
