A casi cinco meses de la cancelación de la aplicación CBP One -para solicitar asilo en Estados Unidos-, decenas de migrantes quedaron varados en Coahuila y ahora se enfrentan a obstáculos burocráticos y demoras para ser reconocidos como refugiados al no poder regresar a sus países o cruzar a suelo estadounidense.
Luego de que el Gobierno de Donald Trump cancelara la aplicación para solicitar asilo, la esperanza de migrantes en Saltillo, Torreón y Piedras Negras ha cambiado de dirección, pues con la noticia, nueve de cada 10 empezaron a tramitar su estancia regular en México.
TE PUEDE INTERESAR: Detienen a cuatro mujeres, entre ellas una menor, con armas de alto poder en Piedras Negras
“La mayoría de estas personas venían huyendo de contextos de violencia y persecución. Su plan era llegar a Estados Unidos, pero ante el cierre del CBP One y la cancelación masiva de citas, ahora buscan protección en México”, explica Javier Martínez, del área jurídica de la Casa del Migrante de Saltillo.
Algunos migrantes llevaban meses y hasta un año esperando por una cita para pedir asilo en Estados Unidos y, mientras esperaban en territorio mexicano, excedieron el límite de 30 días para realizar el trámite.
“Lo que pasa ahora es que hemos tenido que interponer recursos legales para justificar por qué no solicitaron el refugio en ese plazo. Eso ha retrasado los casos todavía más. Solo lograr que les acepten la solicitud puede tomar meses”, detalla Martínez.
En total, la Casa del Migrante de Saltillo ha asistido al menos a 74 personas en esta situación en Coahuila: 52 en Saltillo, 12 en Torreón y 10 en Piedras Negras, que son originarias principalmente de Honduras y Venezuela, aunque también hay personas de Cuba, El Salvador y Guatemala.
Todos estos casos corresponden a personas que no pueden regresar a sus países por razones de seguridad: persecución, amenazas, violencia estructural o participación forzada en actos delictivos.
“Es importante entender que son personas que no pueden regresar. Es gente, por ejemplo, que huye de las pandillas como las Maras, que en muchos casos los extorsionan, no los dejan trabajar, les piden cuotas, les emiten amenazas de muerte, en casos de Centroamérica, y los de Venezuela y Cuba, son personas que sufren violaciones masivas de sus derechos humanos”, indica.
En el marco del Día Internacional del Refugiado, que se conmemora el 20 de junio, la CDMS recordó que desde 2016, la organización en Saltillo ha acompañado a más de tres mil personas en sus procesos y tan solo en lo que va de 2025, han asistido cerca de 200 solicitudes.
Aunque una vez reconocida su condición migratoria las personas pueden moverse por todo el país, muchas deciden permanecer en el norte al identificar que hay mayores oportunidades de empleo o salarios más competitivos.
El proceso de solicitud de refugio incluye primero el reconocimiento de calidad de no retorno por parte de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y, en caso de resolución favorable, la emisión de una tarjeta de visitante permanente por el Instituto Nacional de Migración (INM).
Sin embargo, de acuerdo con Javier Martínez, en la Comar las personas migrantes han empezado a identificar demoras, o incluso trámites en los que se les niega la condición.
