WASHINGTON.- En medio del aumento de barreras comerciales y la inversión, el Banco Mundial informó que los flujos de inversión extranjera directa (IED) a las economías en desarrollo han disminuido a su nivel más bajo desde el año 2005y los dirigidos a las economías de altos ingresos hasta niveles del 1996.
La Inversión Extranjera Directa (IED) se refiere ala inversión que realizan empresas o individuos de un país en empresas o activos de otro país con el objetivo de obtener una participación duradera y con fines económicos y empresariales a largo plazo.
Esto de acuerdo al informe de la organización multilateral, que señaló que el último año del que hay cifras disponibles es 2023.
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Lo anterior, cuando todavía estaba en el poder en Estados Unidos el demócrata Joe Biden (2021-2025) y por tanto no había comenzado aún la guerra arancelaria desatada por su sucesor, el republicano Donald Trump, que comenzó en enero de su segundo mandato.
Ese descenso hasta los niveles de 2005 coincide con una tendencia a la baja también en los flujos de inversión extranjera directa hacia economías avanzadas:las de altos ingresos recibieron solo 336 mil millones en 2023, el nivel más bajo desde 1996.
«Lo que estamos viendo es resultado de las políticas públicas. No es casualidad que la IED esté alcanzando nuevos mínimos al mismo tiempo que la deuda pública alcanza máximos históricos», dijo en un comunicado Indermit Gill, economista jefe y vicepresidente sénior del Grupo Banco Mundial.
No obstante, destacó que en los últimos años los gobiernos se han dedicado a erigir barreras a la inversión y el comercio cuando deberían estar eliminándolas deliberadamente.
El Banco Mundial destaca que la IED representó en 2023 aproximadamente la mitad de los flujos de financiación externa recibidos por las economías en desarrollo.
Calcula que un aumento del 10% de la IED puede impulsar el PIB real alza en hasta un 0,3% en tres años en los países emergentes y en desarrollo.
Cabe destacar que el impacto es casi tres veces mayor en países con instituciones más sólidas, mejor capital humano, mayor apertura comercial y menor informalidad.
Del mismo modo, el efecto del aumento de la IED es mucho menor en países que carecen de estas características. Esto debido a que la IED tiende a centrarse en las economías más grandes.
Ante ello, el organismo recomienda a las economías en desarrollo reducir barreras y mejorar el clima de inversión interno, promoviendo la integración comercial y mejorando la calidad de las instituciones, así como impulsar la cooperación global.