Desde 1997 ya no pudieron localizarlos. Les lavaron el cerebro con la panacea de un futuro prometedor. Valuado en el esfuerzo personal. Llevadero en excelencia. De los sueldos, parte sustantiva entre el patrón y el trabajador. Mucho más alto a las pensiones de quienes ya están en el retiro.
El país de los niños perdidos
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