Aniversario Luctuoso
Chela Rivero (1937-2017)
Hoy, en este día, mi hija Belén Solar dedica estás líneas con cariño y amor como tributo, homenaje en memoria y sentimiento a su Tía Chela Rivero, comparto orgullosamente con Ustedes.
«La Novia del Campo». «La Gloria de Monclova».
Graciela González Solar, mejor conocida como Chela Rivero, fue una mujer monclovense que se destacó por su reconocida carrera como intérprete de música ranchera mexicana, locutora de radio y televisión, actriz de cine y fotonovelas, organizadora de eventos, bailarina, y modelo, forjando una historia y trayectoria de 43 años.
Nació un 21 de julio del año 1937, en Saltillo, Coahuila de Zaragoza, pero con el divorcio de sus padres, cuando Chela tenía solo cuatro años, se trasladó con su madre a Monclova, donde vivió en la Avenida Juárez en la casa marcada en ese entonces con el número 356, en la Colonia El Pueblo, casi frente a un extremo de la Alameda.
Desde ese entonces, y por amor a Monclova, la ciudad que la vio crecer, se autoproclamó Monclovense de corazón.
Su carrera comenzó desde muy pequeña, cuando ayudando a su madre con las actividades del hogar, no podía resistir la tentación de cantar, empleando las escobas y los trapeadores como micrófonos; lo que empezó como la divertida fantasía de jugar a ser una cantante, se convirtió en un sueño hecho realidad.
Con el pasar de los años, Chela creció sin dejar de cantar, empezando a ser escuchada por sus vecinos quienes, maravillados por su voz, no tardaron en pedirle a la chica que asistiera a sus fiestas y reuniones familiares para cantar. Después, estaba cantando en festivales escolares y de la iglesia, acompañada por la Orquesta Bohemia y otros músicos de la región, ganando increíble popularidad por parte de la gente, quienes no dudaron en alentarla para que siguiera cantando.
Fue en el año de 1956, a los diecinueve años de edad, cuando Chela decidió hacer caso a la gente que la apoyaba y a su propio corazón.
Se acercó a la radiodifusora XEMF, donde hizo amistad con Rogelio Piña, Ciro Joel Cepeda, el señor Barrera y Rito Rivera, quienes la acompañaron y le otorgaron la oportunidad de que cantara en compañía de un trío de guitarras, consiguiendo la aprobación de la gente.
Un año después, en 1957, Chela alternó con el mismísimo José Alfredo Jiménez en un evento organizado en el Cine Reforma (en la misma ciudad de Monclova), donde además Chela fue acompañada por primera vez de un mariachi de Monterrey, Nuevo León, que ella misma pagó con el sueldo que ganaba cuando empezó a cobrar por presentaciones.
José Alfredo quedó impresionado con su talento y la felicitó, alentándola a que probara su suerte en el entonces D.F., pues tenía una voz magnífica y estaba convencido de que triunfaría.
Cómo no, entusiasmada y animada por las palabras del gran cantautor, y acompañada de su madre, Chela viajó y se instaló en el D.F. en 1958, y su recorrido en busca del triunfo comenzó.
A través de 43 años, Chela fue locutora de radio en programas como «La hora del granjero», trasmitido por la XEW, la voz de la América Latina, desde la Ciudad de México por 38 años; grabó 13 discos con diferentes compañías disqueras; compartió escenario con cantantes de la talla de José Alfredo Jiménez, Pedro Vargas, Javier Solís, Miguel Aceves Mejía, Lola Beltrán, Amalia Mendoza, Luis Aguilar, Alberto Vázquez, Lucha Villa, y muchos más.
Trabajó en la televisión como conductora de distintos programas para Televisa y TV Azteca, tanto en la ciudad de México como en la ciudad de Guadalajara, Jalisco. Hizo un cameo en la película de 1969, «Dos valientes», cantando a dueto con Antonio Valdés Herrera «Renunciación». Fue invitada a participar en fotonovelas, siendo figura femenina al lado de nada más y nada menos que el luchador El Santo, «El enmascarado de plata».
Se dedicó, además, a la organización de eventos con la participación de grandes artistas, como Lola Beltrán, Pedro Vargas, Miguel Aceves Mejía, Amalia Mendoza y Lucha Villa, quienes actuaban gratuitamente para aquellas familias mexicanas de escasos recursos. Chela Rivero se desempeñaba en la organización ya sea como presentadora de los artistas o dirigiendo el espectáculo como maestra de ceremonias, pudiendo participar también como cantante.
En su faceta como cantante profesional, viajó e hizo presentaciones por el interior de la República Mexicana, también llevó la música mexicana al extranjero, siendo algunos de los países que visitaba Colombia, las Antillas Holandesas en Aruba, Venezuela, El Salvador y Estados Unidos.
Ganó premios enmarcados y estatuillas de «La Hora del Granjero», Discos Mussart, Discos Xóchitl, un reconocimiento por su trayectoria entregado en el marco de festejos de la fundación de Monclova, entre otros.
Fue una mujer que con coraje, tenacidad y pasión labró su nombre, que con su trabajo dedicado sacó adelante a sus hijos Graciela, Gerardo, Claudia y Javier; contó con el apoyo de mucha gente, incluso hacía obras como ir a cantar para los adultos mayores y para los presos, que le agradecían con aplausos y sonrisas.
Además, apoyó a cantantes locales que, como ella, forjaron su camino hacia el triunfo, como Gonzalo Cabral y Guillermo Saucedo.
A finales del año 1998, Chela Rivero se retiró de los escenarios y de la radio, con creciente dolor al principio, que con el tiempo lo tomó como el cierre de un maravilloso y extraordinario ciclo.
Falleció un 14 de marzo del año 2017, en la ciudad de Cancún, en el estado de Quintana Roo, donde vivió después de su retiro junto a sus hijos y nietos.
Me parece que siempre es el momento para recordar el talento que nace en nuestra amada Monclova.